La verdad a 400 asa

La verdad a 400 asa


No sé, muchacho, si quieres ser fotógrafo no necesitas gastar mucho dinero.
No tires tus ahorros en esa cámara tan moderna y pesada.
Te recomiendo que lo inviertas todo en llevar a tu novia a cenar a un sitio bonito.
Porque lo único que necesitas para ello es tener un par de ojos en la cara, es más, con uno podría llegarte, aún siendo tuerto podría ser más que suficiente si esa pupila en vez de estar conectada a tu cabeza lo está a tu corazón.
Y si tu corazón se agita, claro está, y si se menea y te duele y te exige, si te llama y te reclama, si te ocurre eso, me apuesto mi dedo índice que lo lograrás sin lugar a dudas.
Esa cámara que llevas al cuello no es una gran cámara, es cierto, pero te puedo asegurar que a muchos que dicen ser fotógrafos les quedaría grande.
Simplemente con una pizca de talento y un poco de calor en tu interior y si no pretendes ser rico, ni famoso, ni acostarte con muchas chicas, ni presumir en un bar de copas con los gilipollas de tus amigos, ni hacer diecisiete exposiciones antes de haber hecho ni tan siquiera diecisiete fotos, entonces te aseguro que ya tienes un buen comienzo para tu película.
Harás mucha mierda al principio y creerás que es muy buena. En fin, chico, no me mires así, todos tenemos nuestra vanidad. Hasta un atontado como tú tiene la suya, pero no le prestes demasiada atención.

Tampoco te creas lo que dicen por ahí. No eres bueno porque alguien te diga que eres bueno, ni tan siquiera te ofendas cuando se rían de tu trabajo aquellos que creen saberlo todo.
Esos que se burlan de ti, que te ningunean, cuando están en su casa a solas también llevan calzoncillos agujereados y zapatillas a cuadros.
En realidad tienen tanto miedo o más que tú.
Y alégrate de llevar una picha colgando entre tus piernas. Podrías ser una chica,¿te das cuenta?. A una chica con una cámara al cuello nunca se la toman en serio, tiene que trabajar el doble de lo que tú trabajas y soportar el triple de soplapolleces de las que tú aguantas todos los malditos días.
No hay nada más difícil en este mundo que ser mujer y hacer fotos. No pongas esa cara de imbécil, chaval, sé de lo que hablo.
Probablemente ese sufrimiento que les obligan a padecer hace que salgan con tres cuerpos de ventaja sobre ti. Ellas saben y sienten más cosas que tú.
Y eso, en este asunto, suma mucho.


Así que escúchame, cierra esa bocaza y tal vez un día puedas decirle a alguien con tanta chulería lo mismo que yo te estoy diciendo a ti.
No te hagas amigo de los futbolistas, ni de los políticos, ni de los asesinos, ni de los famosos, ni de los curas, ni de los muertos, ni de los futuros muertos.
Esos tipos son tu trabajo, respétalos y a la vez haz que te respeten a ti, aunque los odies, aunque los ames, aunque te odien o te amen a ti.
Sé educado pero no servil. Sé silencioso pero no callado. Sé listo pero no listillo.

Y no discutas con los periodistas, tú también lo eres pero ellos aún no lo han descubierto.
Bueno, alguno sí, esos son siempre los periodistas de verdad y esos ,a veces, también serán tus amigos.

Así que no les entres al trapo y déjalos que vivan en su ignorancia, que hagan concilios en cafeterías y se dediquen a perder el tiempo alabándose, comiéndose mutuamente el nabo entre los allí presentes y despellejando vilmente a los ausentes.
Ese es su mundo, no el tuyo. El tuyo es tuyo y de nadie más.


Tú, criajo del demonio, créeme, ves cosas que los demás no ven, esa cámara te protege y te condena, esa cámara habla más de ti que de los demás.
Cuídala, quiérela, pero recuerda que sólo es una cámara, un aparato, una máquina. Aunque tenga vida propia. A veces es tu amiga y en ocasiones será la peor de tus enemigas.
Te abrirá muchas puertas y te cerrará unas cuantas más.

Pero lo que has de cuidar es tu mirada, que no se vicie, que no se empolve, que no sea correcta por el mero hecho de que te digan que es correcta.
Tú sabes mejor que nadie lo que quieres. Las modas son para las tiendas de Zara y para las bloggeras.
Y ahora sal por ahí si estás cansado y triste, si estás en la ruina, si te han roto el corazón, si estás eufórico o borracho, si estás tranquilo o simplemente si la luz cae suave y reconfortante y haz mil millones de fotos.

Tal vez alguna valga la pena. Confía en mí, sabrás reconocerla.Así que después de esto, déjame en paz y vete a tomar por el culo que tengo cosas que hacer.
Es increíble que en dos años de estudios nadie te haya explicado esto.

 

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