La lágrima asiática
La visita del Papa a Sri Lanka a principios del 2015 dejó en evidencia las tensiones étnicas y religiosas que se viven en un país que en menos de 30 años ha sufrido tres guerras civiles y un tsunami que sembró la devastación en la isla.
Movimientos budistas violentos contra musulmanes, cristianos e hindúes encabezados por el radical Galagoda Aththe, líder de la Fuerza del Poder Budista, y las crecientes tensiones separatistas entre las facciones tamiles del norte y el gobierno cingalés, sitúa de nuevo en la picota un país que se debate entre ser un nuevo paraíso emergente o convertirse otra vez en un peligroso polvorín en el corazón geográfico del continente asiático.
Sri Lanka es una de las grandes desconocidas entre las islas del Índico a pesar de la importancia estratégica que supuso para gran parte de los extintos imperios coloniales europeos. El tiempo dirá si la diminuta República Socialista se convierte o no en una Yugoslavia tropical.