El hundimiento
«Esto me recuerda a un chiste: Un hombre va al médico. Le cuenta que está deprimido. Le dice que la vida le parece dura y cruel. Dice que se siente muy solo en este mundo lleno de amenazas donde lo que nos espera es vago e incierto. El doctor le responde «El tratamiento es sencillo. El gran payaso Pagliacci se encuentra esta noche en la ciudad. Vaya a verlo. Eso lo animará». El hombre se echa a llorar. Y dice «Pero, doctor… yo soy Pagliacci». Es un buen chiste. Todo el mundo se ríe, suena un redoble y cae el telón.»
Walter Kovacs